Hace un año pasamos por uno de los momentos más difíciles para el club. En
estos años donde todo ha sido títulos, copas, reconocimiento y grandeza, era
imposible aceptar que teniendo en frente competiciones tan importantes como La
Suruga, La Recopa, Libertadores y los torneos locales, nos fuéramos a quedar
sin nada, porque sacamos corriendo a un DT de la categoría de Pelusso y un DT
como Alexis García no pudo cumplir las expectativas o tal vez alcanzar el nivel
de quienes nos habían devuelto la gloria a punta de títulos.
Fueron días de mucha zozobra, de ¨humo¨, de preocupación, pero ante todo de
ansiedad. La hinchada después del fracaso de García, pedía a gritos un DT de jerarquía,
que sintiera los colores y que no viniera al Club solo por trabajo, sino por
amor. Un cuerpo técnico que tuviera experiencia internacional (SI,
INTERNACIONAL, ahora nuestra prioridad son esos títulos, cuando hace 10 años no
clasificábamos ni a ¨playoffs¨ de Copa Colombia) …
El tan anhelado día llego, después de que nombraran varios referentes,
anunciaron el que tal vez la mayoría pedíamos con el corazón, Gustavo Adolfo
Costas Makeira, ese argentino narizón que ya había pasado por nuestro club y
nos había regalado tantas alegrías, esa estrella del 2014 y luego la SuperLiga
en 2015 nada más y nada menos que contra el eterno rival: Atlético Nacional.
Las redes estallaron, todo era felicidad, supongo que a muchos se nos
pasaba por la mente ese momento levantando todos los títulos por los que íbamos
a luchar… y bueno señores, el corazón nunca falla, el regreso de Costas trajo
consigo 3 nuevos títulos: el intercontinental, ese que nadie más en Colombia ha
podido alcanzar (primeros para la eternidad), la novena forjada en nuestro
pecho y una nueva SuperLiga al palmares (el equipo con mas SuperLigas). No
quedo duda alguna de la grandeza de nuestro amado Costas, vino a alinear las
velas con los vientos de los títulos y nuevamente nos llenó de gloria. Pero no
todo puede ser perfecto, por aquello del equilibrio… este último semestre fue
desastroso para nosotros, sin liga, sin libertadores, y tal vez lo más
terrible, lo impensable, lo increíble… ¡SIN TECNICO!
Cuando creíamos que íbamos a empezar un nuevo semestre reforzando el
equipo, reflexionando sobre los errores, con actitud, garra y mucho amor por
los colores, todos juntos: equipo, hinchada, directiva y cuerpo técnico… resulta
que estalla la bomba… Gustavo Costas ya no era más el técnico de Santa Fe.
Esta semana hemos revivido lo que muchos sentimos cuando paso lo de Pelusso.
Desconcertados, confundidos, incrédulos y con el ¨humo¨ circulando por nuestro
alrededor, como si nos fuéramos a morir por asfixia. Pidiendo que todo fuera un
mal entendido y que al final Costas llegara a firmar el contrato y acabar con
la novela. El miércoles anunciaron que Costas llegaría el viernes para reunirse
con el Presidente Pastrana y buscar una posible solución. ¡QUE NOVELON!
Llego el viernes, se reunieron, solo ellos saben que tanto hablaron y al
final… acá estamos en medio de todo esto: unos llorando por la partida de
Costas, otros pidiendo la cabeza de Pastrana, los del ¨humo¨ diciendo que otra
vez la manzana de la discordia es Omar, otros con ganas de ir a hacer la de
Pelusso (pero esta vez a Arango), y en general, en medio del pánico de no saber
quién va a llegar, que va a pasar, ni hasta cuando todas las partes implicadas
van a aguantar.
Tal vez lo más preocupante, lo que desde una opinión personal es inconcebible…
es ver tanto odio circular por las redes sociales, gente diciendo que Omar debe
irse, que Pastrana debe renunciar, que no se van a abonar, y quiero tomarme el atrevimiento de recordarles que ellos también hicieron posible este sueño.
Tal vez de todo lo que he leído en estos últimos días solo estoy de acuerdo con algo: el tema Arango. Costas, aclaro que nunca ha tenido diferencias con Pérez, pero lo de Arango lo dejo en el aire y con eso ya entendimos el mensaje.
Siempre he sido partidaria de que las personas merecen segundas
oportunidades, pero el problema detona cuando no das dos, sino tres o cuatro y
ya el tema se vuelve un juego, una falta de respeto, y peor aún, cuando todo
eso afecta directamente al equipo, cuando divide, cuando crea mal ambiente,
cuando satura a los demás, cuando la gente no tolera más y prefiere irse antes que
tener que soportar que les impongan decisiones con las que no están de acuerdo,
porque algo dejo claro Costas, un sueldo no compra la dignidad. Las directivas
siempre meten mano en el equipo, respaldan jugadores, influyen en los fichajes,
en los esquemas, pero cuando hay un DT que es pulcro en su trabajo, se enfrenta
a este tipo de cosas y llega a un punto donde la situación es insostenible y lo
mejor para todos es cortar e irse.
Otra vez estamos sin el pan y sin el queso, pero con la SANTA FE INTACTA. Como
hincha, amante de estos colores, que lleva la piel del león con orgullo, hago
un llamado a la humildad, a la cordura, todos somos conscientes que han pasado
muchas cosas, no estamos de acuerdo en varios temas, pero nada de ello nos da
el poder de tratar mal a los demás, de perder la memoria y querer sacar a
patadas a quienes han contribuido a que vivamos esta época dorada. Podemos
hacer sentir el descontento, el desacuerdo, pero con respeto señores, al
parecer no aprendimos nada de lo que paso con Pelusso, actuar instintiva e
impulsivamente siempre trae consecuencias nefastas para todos. Aprendamos a
actuar desde la racionalidad y no desde la emocionalidad, el amor por el escudo
es lo más grande, lo más importante, pero con respeto.
Gracias Gustavo Costas Makeira por tanto… gracias por la pasión, por el
amor, por la entrega, por corresponder este cariño que la hinchada le tiene,
por sumarle copas al palmares, por entregarle todo a Santa Fe, por enseñarnos
del trabajo fuerte, de la convicción, de confiar y creer en los sueños, por
demostrar que las metas se pueden alcanzar cuando el camino se forja con el corazón.
Buena suerte y hasta pronto profe Costas, por siempre y para siempre el
cariño más sincero, por el DT de los leggins.
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